20 mayo, 2006
La voz a ti debida
«Mañana». La palabra
iba suelta, vacante,
ingrávida, en el aire,
tan sin alma y sin cuerpo,
tan sin color ni beso,
que la dejé pasar
por mi lado, en mi hoy.
Pero de pronto tú
dijiste: «Yo, mañana...»
Y todo se pobló
de carne y de banderas.
Se me precipitaban
encima las promesas
de seiscientos colores,
con vestidos de moda,
desnudas, pero todas
cargadas de caricias.
En trenes o en gacelas
me llegaban —agudas,
sones de violines—
esperanzas delgadas
de bocas virginales.
O veloces y grandes
como buques, de lejos,
como ballenas
desde mares distantes,
inmensas esperanzas
de un amor sin final.
¡Mañana! Qué palabra
toda vibrante, tensa
de alma y carne rosada,
cuerda del arco donde
tú pusiste, agudísima,
arma de veinte años,
la flecha más segura
cuando dijiste: «Yo...»
PEDRO SALINAS
Powered by Castpost
Por ti
yo te quiero regalar palabras
ser tu red par cuando caigas
cogerte de la mano al andar
y decirte cosas al oido
ser tu manta cuando tengas frio
y ser tu hombro para llorar
Por ti mi vida enpeño
po un momento de verte sonreir
por ti mi alma vendo
a cambio del tiempo que necesites para sonreir
dejo todo por un beso tuyo
quiero ser tu espada y tu escudo
decirte que te quiero
una vez mas
quiero ser tu alas y tu cielo
quiero ser el mar y tu velero
el suelo y tus pies para caminar
por ti mi vida empeño
por un momento de verte sonrerir
por ti alma vendo
a cambio del tiempo que necesites para ser feliz
por ti mi vida empeño
por ti vida empeño
por un momento de verte sonreir
por ti mi alma vendo
a cambio del tiempo que necesites para ser feliz
ELLA BAILA SOLA
Powered by Castpost
Suscribirse a:
Entradas (Atom)